
Las sardinas de barril o arengadas las podemos comprar en pescaderias y bacaladerias.
Estas sardinas son grandes y su proceso de preparación y conservación es : primero saladas, depués secadas y finalmente prensadas. Se presentan en cajas de madera aunque actualmente también las puedes encontrar envasadas al vacio.
Un documento de 1322 sobre Vectigals (impuestos sobre mercancías) ya cita el transporte de estas «sardinas saladas» entre Girona y Sant Feliu de Guíxols (Cataluña). Actualmente la productora principal de este alimento es la población de Isla Cristina, Huelva (Andalucía)
Este producto se convirtió en el alimento básico de las clases populares durante siglos. Era, a menudo, la única fuente de proteínas, al lado del tocino y algunos embutidos.
Hoy en día, aunque estas sardinas son entretenidas de preparar, son una gran solución para no encender el fuego de la cocina y así tenerlas listas en la nevera para cualquier ocasión. Solo tenéis que hacer la compra con antelación porque estas sardinas de barril, al igual que ocurre con el bacalao, necesitan un desalado.
Este verano las he preparado en diversas ocasiones y ha sido un éxito.
Lo primero que haremos será limpiarlas y prepararlas para marinar.
- Cortar la cabeza y la cola .
- Rascar la sardina con un cuchillo para quitar todas las escamas o estirando la piel desde el centro de la sardina con los dedos ya salen.
- Vaciar el interior de tripas.
- Lavar bajo el chorro del agua corriente.
- Abrir la sardina con el cuchillo, de hoja fina y muy afilada, o con los dedos por la parte del lomo.
- Retirar la espina central, separar los dos lomos, y pulir los laterales.
Puedes dejarlas una hora en agua para que se desalen. A nosotros nos gustan no muy desaladas, por lo que bien limpias pasadas por agua ya las preparo. Cuando haya transcurrido el tiempo de desalado, escurrir y secar bien con papel de cocina.
A continuación necesitaremos para prepararlas:
1 sardina arengada por persona, previamente limpia y desalada.
1 cebolla
Aceite
Puedes poner zanahoria, también queda muy bien.
Colocar en un recipiente una base de cebolla laminada, a continuación los 2 lomos de la sardina y así ir intercalando capas de cebolla y la sardina. Cubrir con aceite y dejar reposar en el frigorífico al menos 24 horas.
Transcurrido este tiempo lo conviné con un plato de judÍas verdes hervidas.
Pero quedan riquísimas con un buen pan con tomate y un huevo duro. Excelente para una cena de verano.
Y como siempre espero que te guste y te sirva de inspiración. Puedes ver más recetas en COCINAR CON LAURA
Saludos. Laura de Rincón de colores.
Gracias por compartir.